La misión del inmovilizador es bloquear el arranque del vehículo a través de la unidad de mando del motor (UCE) cuando se utiliza una llave de contacto no autorizada.
La llave de contacto lleva un traspondedor codificado que la unidad de mando del inmovilizador puede leer a través del aro de antena. Si el código de la llave coincide con alguno de los códigos programados en la memoria de la unidad de mando, el motor podrá arrancar. Si no hay código en la llave o no hay ningún código programado, la unidad de mando del motor bloqueará y el motor no podrá ponerse en marcha. Al girar la llave a la posición II, la unidad de mando del motor envía una señal a la unidad de mando del inmovilizador que a su vez envía corriente con una determinada frecuencia al aro de antena que hay alrededor de la cerradura de encendido. El transpondedor de la llave es activado y la frecuencia de la unidad de mando es modulada según un patrón que coincide con el código del transpondedor.
llave codificada
La unidad de mando del inmovilizador (figura inferior) en este caso en concreto lleva la antena y la unidad de mando integrada en el mismo conjunto, compara los códigos enviados con los que hay programados en la memoria. Si el código es aprobado, envía una señal de confirmación a la unidad de mando del motor (UCE) para que el motor pueda ponerse en marcha. La unidad de mando del inmovilizador lleva un diagnóstico y está conectado a la toma de diagnóstico. Con ayuda de una consola de diagnosis se pueden leer todas las funciones de diagnóstico, pero también se pueden probar llaves, borrar códigos de llave de la memoria y programar nuevas llaves.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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